Para refugiarse, los hombres del paleolítico usaron árboles y reparos rocosos. Durante las glaciaciones, se instalaron en grandes cavernas. En las regiones en las que no había grutas ni madera para construir, armaron chozas con pieles sujetas a huesos y colmillos de mamut. En las regiones de clima más templado construyeron chozas de cuero y estacas de madera. En Europa, las excavaciones arqueológicas han descubierto campamentos donde había espacios destinados al descanso y espacios donde se elaboraban las armas y utensilios.
Nuestros ancestros paleolíticos tuvieron una alimentación omnívora, con predominio del consumo de carne. Para proveerse de alimentos recurrieron a la recolección de tallos, raíces, insectos, moluscos, etc; a la caza: descubrieron que golpes fuertes podían inmovilizar al animal, para luego descuartizarlo. Esto dio comienzo a una evolución de las herramientas, armas de caza: primero usaron guijarros trabajados, hachas de mano y por último arco y flecha.
Cazaban animales salvajes y el desplazamiento de las manadas los obligaba a movilizarse tras ellos: es vida nómade.
Tomado de "La prehistoria", p. 6
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